Donde las mariposas vuelan

Cerré los ojos y me recosté en la hierba dejando mis cosas tiradas a mi lado. Me quité la máscarilla y la guardé en mi bolsillo, y simplemente respiré. El cielo seguía nublado, pero no me importaba; había extrañado estar afuera, el aire, las plantas, el ruido de la ciudad. Escuché niños corriendo a lo lejos, abrí los ojos y vi una mariposa volando en la distancia. ¿Hacia dónde iría? ¿Dónde escaparía hoy? No tuve que pensar mucho cuando sentí la primera gota de lluvia en mi nariz, justo lo que necesitaba para el peor día de mi vida: lluvia. Tomé mis cosas y huí del parque buscando un refugio.


Mi cabello fue lo primero en mojarse y como había olvidado el paraguas en el tren, mi chompa no duraría mucho. Miré por todas partes entre la gente que corría y trataba de esconderse de la lluvia, y entonces vi el letrero de una pequeña cafetería. Al entrar, una sensación de calidez me invadió, no sé si era por la calefacción o el olor a café fresco que me hizo sentir como en casa. Hice mi pedido y busqué una mesa, pero era imposible encontrar una debido a toda multitud que había dentro, supongo que habían tenido la misma idea. Hasta que una voz masculina me interrumpió.

-¿Buscas un lugar?- dijo.

-Sí- respondí girándome hacia la voz. Había un hombre con cabello rubio y ojos verdes sonriéndome, tenía libros y una maleta en una silla y los apartó para dejarme el asiento libre.

-Gracias- dije tratando de sonreír, sin saber porqué me sentía extrañamente nerviosa y emocionada con ese chico que no había dejado de mirarme desde que me senté y que claramente era un total extraño ¿Cierto?

-Soy Anya- dije aclarándome la garganta.

-Cameron- dijo sonriendo, y sonrojándose un poco.

Tenía la sospecha de que todo esto era como un déjà vu, me parecía que lo había visto antes pero no sabía cuándo ni dónde.

Esta pregunta te parecerá rara- dijo con cautela, tratando de no asustarme- pero me parece que nos hemos conocido antes, ¿verdad?

Cuando hizo la pregunta, mi corazón saltó afirmativamente.
-Creo que sí, pero... ¿dónde?-pregunté.

-Viajé a Perú hace un año. ¿Has viajado allí?-respondió.

-Soy de Perú, pero no he vuelto en diez años- respondí - tal vez después de todo teníamos un lugar donde podríamos habernos encontrado. ¿De dónde eres tú?- le pregunté, notando su acento diferente.

De Sudáfrica - respondió, observándome por si sabía dónde estaba eso. Sus ojos verdes me evocaron risas y momentos brillantes, aventuras y viajes, un paisaje de la sabana bajo un intenso sol africano, riendo mientras las olas rompían a nuestros pies, una noche estrellada en alguna ciudad rodeada de colores y aromas exóticos, una vida que cruzó fugazmente mi mente, pero desapareció tan rápido como llegó. Probablemente solo fue mi imaginación; nunca lo había visto antes.

-Sudáfrica, wow- tenía algunos amigos que habían viajado recientemente a Sudáfrica, pero no sabía exactamente dónde estaba ni qué idioma hablaban. ¿Por qué este desconocido me atraía? De repente nuestros ojos fueron interrumpidos por el camarero, que traía una taza de café junto con cinco platos más en sus manos.

Cameron tomó mi taza de café y la puso en mi mesa, y antes de retirarla, nuestras manos se tocaron y entonces algo cambió, fue diferente, aumentó mi pulso. Él se sorprendió, abrió los ojos muy grandes y el lugar donde estábamos cambió de color, los recuerdos de nuestras vidas pasaron a través de nuestros ojos como si fuera una película, no era solo mi imaginación eran reales, recuerdos que yo no había vivido ¿Qué estaba pasando? de repente comenzó a aparecer alguna cierta electricidad en nuestras manos ¿Estaba soñando? ¿Quién era él?

¡Pero qué demonios estás haciendo!- Dijo una voz que nos gritaba y nos separaba las manos. Y luego sucedió lo más extraño que me había pasado en mi aburrida y corta vida.  Apareció una joven completamente igual a mí. Parecía furiosa y hablaba palabras en inglés.
-¡Esto no tenía que pasar!- le gritó a Cameron. ¿Qué estaba pasando? No entendía nada.
-Y tú, idiota, toda tu vida evitando este momento, ahora la historia cambiará- dijo gritándome - ¿No entiendes? Ahora todo se deshará y una nueva versión aparecerá.
Entonces empecé a sentirme mareada.

-¿Anya?- dijo Cameron acercándose a mí, mirándome con miedo en sus ojos. ¿Qué le está pasando?-

-Lo que siempre pasa, Cameron, no deberías haber venido-dijo ella molesta.

-Tenía que conocerla- respondió, abrazándome mientras mi cuerpo se desvanecía y mis ojos volvían a cerrarse, perdiendo contacto con la realidad.-Ella es mi esposa-
Y entonces todo desapareció.


LIBROS EN LISTA DE ESPERA

El diario inconstante
Trilce
The Black Heralds
The Complete Poetry
Cesar Vallejo - Poesia Completa
Don Quixote de La Mancha II
Don Quixote
King Lear
Much Ado About Nothing
A Midsummer Night's Dream
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Hamlet combine
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Wuthering Heights
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Toda la verdad de mis mentiras
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